Aquí les va el resumen: dicen, los que saben, que en tiempos de crisis económicas hay 13 consecuencias inesperadas. Por ejemplo: el gobierno será más inteligente (tienen el dinero y pueden contratar a los mejores), pero también será más corrupto (hay muchos interesados en hacer negocios con el gobierno); habrá menos contaminación, de hecho, he escuchado que aquí en la congestionada ciudad de Los Ángeles, el flujo de autos ha disminuído; el internet será más fastidiosa con exceso de avisos comerciales; los niños serán más ahorrativos (los que se criaron en la Gran Depresión son muy ahorrativos y disciplinados con el dinero, ejemplo: mi abuelita Julia, los fundadores del Colegio Bíblico, Harland y Frances Cary, la mamá de Shirley Woolsey); las faldas serán más largas (un estudio sicológico dice que en tiempos de abundancia las faldas se acortan y se muestra más carne, en cambio en tiempos de crisis la gente es más recatada. Concluye que en tiempos de crisis las conejitas de Playboy son más maduras y las películas también usan a actores más serios). En fin, el artículo enlista un total de 13 consecuencias inesperadas de los tiempos difíciles.
Lo que más me llamó la atención es que se afirma que en tiempos de recesión económica los "evangélicos" tienen sus días de gloria. Dice así, y luego traduzco: Economist David Beckworth of Texas State University has crunched U.S. church attendance numbers and found that congregation growth at evangelical churches jumped 50 percent during each recession between 1968 and 2004. "El economista David Beckworth, de la Universidad Estatal de Texas, ha calculado la asistencia de las iglesias en EEUU y ha descubierto que el crecimiento de las iglesias evangélicas se ha incrementado un 50% durante cada recesión que ha habido entre 1968 y 2004".
Nosotros, sin saber este dato, lo hemos comprobado, nuestra asistencia en febrero de 2008 era de 90, ahora en febrero de este año sobrepasó los 135, exactamente 50% de crecimiento.
Así es que ahora ya no sé que orar. ¿Oraré para que la crisis se acabe u oraré para que continúe y la iglesia siga creciendo? Mejor oraré como Jesús lo hizo: "pero no se haga mi voluntad, sino la tuya".
De todas maneras, con crisis o sin ella, la iglesia seguirá haciendo lo mismo, seguirá proclamando el evangelio del reino y seguiremos amando a Dios, amando a los demás y sirviendo al mundo.
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