Monday, February 02, 2009

Cristo rompe las cadenas.

Salmo 107.

10 Afligidos y encadenados,

habitaban en las más densas tinieblas

11 por haberse rebelado contra las palabras de Dios,

por menospreciar los designios del Altísimo.

12 Los sometió a trabajos forzados;

tropezaban, y no había quien los ayudara.

13 En su angustia clamaron al Señor,

y él los salvó de su aflicción.

14 Los sacó de las sombras tenebrosas

y rompió en pedazos sus cadenas.

15 ¡Que den gracias al Señor por su gran amor,

por sus maravillas en favor de los hombres!

16 ¡Él hace añicos las puertas de bronce

y rompe en mil pedazos las barras de hierro!


 

Este salmo comienza con la palabra "afligidos".

Existen dos tipos de aflicciones o penurias en el ser humano:

  1. La que proviene por hacer lo correcto, lo justo. A esos, Jesús les llama dichosos, bienaventurados, emplea las palabras "alegría y júbilo". Mateo 5.11-12.
  2. La que proviene por hacer lo incorrecto. 1ª Pedro 4.14-16.


 

¿Por qué a veces estamos afligidos y encadenados y habitamos las más densas tinieblas?

La respuesta está en el verso siguiente.

11 por haberse rebelado contra las palabras de Dios,

por menospreciar los designios del Altísimo.

Hay dos causas:

  1. Rebeldía contra las palabras de Dios.


 

La Palabra de Dios es la que orienta nuestro caminar con él. Si nos desviamos de sus principios nos transformaremos en rebeldes.

    Hay rebeldes activos y rebeldes pasivos. Hay rebeldes que se tornan incrédulos y hay rebeldes que siguen creyendo y asisten a la iglesia.

    El rebelde pasivo es el que escucha, sonríe, es simpático, pero en su corazón no hace caso y rechaza el mensaje. Como la niñita que la hicieron sentarse y ella dijo "aparentemente estoy sentada, pero en mi corazón todavía estoy de pie". Así hay muchos hoy en día.


 

  1.     Menosprecio de los designios del Altísimo.


 

Otra razón por la cual vivimos afligidos-encadenados-en tinieblas, es por menospreciar los designios del Altísimo. (Propósito o proyecto de llevar a cabo alguna cosa). Dios tiene planes para tu vida, y si tú los desprecias entonces te irá mal.

    Dios planeó tu sexo, tu estatura, tu color de piel y de cabello, tu familia, tu país de origen, tu idioma, tu estatus social, tu raza. Hay algunas cosas que podemos mejorar o cambiar sin despreciar los designios de Dios, como el color del pelo (lo teñimos), la estatura (taco alto), las curvas (fajas). Algunos hacen uso de la cirugía estética o de los tatuajes para cambiar su apariencia. Cualquier cosa que te hagas debes hacerlo bajo consejo. Si eres casada, con la aprobación de tu esposo. Si eres cristiano y tienes algunas dudas, debes buscar el consejo de tus líderes para que ellos disciernan que no estás despreciando los designios de Dios.

    Puede que estés disconforme con el sexo que Dios te asignó. (Vi, en una hoja que quedó por ahí una pregunta que las mujeres usaron para una actividad: ¿Qué es lo más difícil de ser mujer? Y yo me dije, que pregunta tan necia, como si uno pudiera determinar lo que es fácil o difícil en ser lo que Dios quiso que fuéramos. Seguramente alguna dirá que en ser mujer TODO es difícil y capaz que busque un cambio de sexo.

    Puede ser que estés disconforme con tu raza, con tu familia y te tornes a ser racista o clasista. Todas esas cosas llevan a ser afligidos-encadenados-en tinieblas.

    Hay vicios y adicciones que nos llevan por ese camino. Esto está en contra de la Palabra y al hacerlo estamos siendo rebeldes: Mentiras, alcoholismo, drogadicción, pornografía, inmoralidad, fraudes, glotonería, bulimia, anorexia, materialismo, etc.

¿A dónde te lleva la rebeldía y el menosprecio?

12 Los sometió a trabajos forzados;

tropezaban, y no había quien los ayudara.

A fatigarte por cualquier trabajo.

        A tropezar en la vida.

            A no encontrar ayuda por vergüenza a contar.


 

¿Cuál es la solución que Dios nos ofrece?

    13 En su angustia clamaron al Señor,

Clamar al Señor.

De allí es que nunca debemos adelantarnos con la gente. Muchas veces la gente tiene que sufrir para llegar a la angustia. La gente no clama a Dios en el placer, en el bienestar, sino que en la angustia.

    Los padres queremos siempre evitarles dolor a los niños, pero hacemos mal. Tienen que caerse, tienen que golpearse, tienen que sufrir en la escuela. Nosotros debemos orar por ellos para que en la angustia clamen al Señor.

    A mi me da mucha tristeza cuando la gente va tomando malas decisiones en la vida, y aunque uno les diga y les advierta, ellos no entienden. Uno sabe que van a llegar a un punto de angustia y lo único que esperamos es que se rindan a Dios.

    Si tú clamas a Dios, él te oirá.

    Clamar es "Exigir, pedir vehementemente o a gritos".

¿Alguna vez has clamado a Dios de rodillas, con lágrimas, postrado en el suelo, con gemidos?

    Si nunca lo has hecho, ya es hora de que lo hagas, y no tengas vergüenza. Demuestra tu arrepentimiento delante de Dios.

        Reclamar es diferente, es "Pedir o exigir algo por derecho".


 

¿Cuál será el resultado?

y él los salvó de su aflicción.

14 Los sacó de las sombras tenebrosas

y rompió en pedazos sus cadenas.


 

  1. Salvación de la aflicción.


 

No hay nada más hermoso que tener una conciencia limpia.

Dios nos ha dado el don de la confesión para sacar todo lo que está dentro de nosotros y

poder así limpiarnos. Santiago 5.13-16.

    Los pecados que cometemos generalmente los llevamos a cabo en las sombras. Si clamamos a Dios, él nos sacará de las sombras.


 

  1. Salir de las sombras.


 

    "Salir del closet" es un término que se originó en Alemania. La idea de salir del closet fue introducida en 1869 por Karl Heinrich Ulrichs con el fin de lograr la emancipación de los homosexuales. Él decía que ser "invisible" era el mayor obstáculo para cambiar la opinión pública, así es que animaba a los homosexuales a salir del closet.

    La Biblia no nos habla de hacer público nuestro estilo de vida, nuestro vicio, nuestra adicción con el fin de que la gente nos tolere, nos acepte.

    Salir de las sombras significa cambiar de reino: del reino de las tinieblas al reino de la luz. Significa avergonzarse del pasado y vivir en la luz.


 

  1. Rompimiento de las cadenas.


     

    Dios no sólo promete salvarnos de nuestra aflicción y sacarnos de las sombras, sino también "romper las cadenas".

    ¿Cuántas veces has tratado de cortar las cadenas que te dominan?

    ¿Cuántas veces has tratado de dejar un vicio o una adicción y no has podido?

    ¿Cuántas veces has querido cambiar tu carácter que te tiene esclavo, con cadenas y has fracasado?

    No hay ninguna solución definitiva si no es por medio del poder de Dios y de la sangre de Cristo.

    Yo te aconsejo que si quieres solucionar tu problema busques a Dios, no a un sicólogo, no a un siquiatra, no a un consejero familiar que no sea cristiano, no al doctor. Busca ayuda con un pastor, con un maestro de la Palabra, con un líder maduro en la fe.

    Si buscas a un sicólogo él solamente te va a decir lo que tú quieres oír.

    Si pides consejo a un pastor él te va a decir la verdad, aunque no la quieras oír.

    Es la única manera de salir de donde estás.

Juan 8.32 La verdad te hará libre.


 

¿Cuáles son los resultados finales?

    15 ¡Que den gracias al Señor por su gran amor,

por sus maravillas en favor de los hombres!


 

Una actitud de agradecimiento continuo.


 

¿Qué es lo que debemos proclamar constantemente?

    16 ¡Él hace añicos las puertas de bronce

y rompe en mil pedazos las barras de hierro!


 

Que el Señor es el único que puede romper mis cadenas.


 

Conclusión:
    Isaías 45 tiene mucha similitud con este salmo y nos llama a confiar en el Señor.

    Finalmente, Jesús está a la puerta y llama, si oyes su voz y abres la puerta, ambos cenarán juntos. Apocalipsis 3.20.

    Es posible que no te sientas en condiciones de abrir la puerta y salir a la luz. Es como un niño que se queda encerrado en un baño, y aunque su padre golpea, el niño no puede abrir y le pide al padre que abra, que rompa la puerta y la chapa si es necesario. Dios puede hacer añicos las puertas de bronce y puede romper los cerrojos de hierro.

    De Jesús se dice que tiene la llave de David, donde él abre nadie puede cerrar, y donde él cierra, nadie puede abrir. Apocalipsis 3.7. Confía en él, pues Cristo rompe las cadenas.

Nota: si has leído este blog, agradezco tu opinión y deja tu mensaje y colaboración. Gracias.

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