Saturday, November 12, 2011

Junípero y Ronald.




He aquí la breve historia de dos hombres que conocí hoy. Como no les sé sus nombres me imaginé las dos estatuas que están representando al estado de California en el Capitolio de Washington D.C.: Junípero Serra y Ronald Reagan. Ya les explico por qué. Junípero era un fraile franciscano español que practicaba un voto de pobreza, se vestía sencillo y de color café, y su misión de vida fue construir las misiones en California en donde se acogía a los indios y se les ayudaba a progresar material y espiritualmente (por lo menos esa es la versión idílica). El otro, Ronald, no necesita presentación: alto, buen mozo, actor de cine, político de renombre, rico, famoso, anglo.
A mis propios Junípero y Ronald los conocí hoy en el aeropuerto de Chicago cuando mi esposa y yo regresábamos a casa. Junípero se nos acercó tímido. Hombre bajo de unos 45 años, vestido con sencillez, mochila a su espalda, cubría su cabeza con una “cachucha” y en sus pies “guaraches” mexicanos, de esos finos que permitían ver sus calcetines blancos. Nos pidió ayudar para hacer transbordo ya que no hablaba inglés. Al encaminarlo conocimos su historia: era la primera vez que se subía a un avión. Durante 13 años ha venido a trabajar a los EEUU con una empresa agrícola que contrata braceros en México. Los traen con visa de trabajo en un viaje de tres días en bus. Cada año trabaja 8 meses aquí y vuelve 4 meses a estar con su familia. Anoche, mientras cortaba y amarraba pinos de Navidad en una montaña de Virginia, con temperaturas bajo cero y con la nieve ya cubriendo el campo, recibió la noticia que su madre había muerto. Su jefe, un hombre compasivo, le envió de inmediato a México, sus amigos le hicieron una colecta y su jefe le regaló cien dólares. Junípero iba triste, pero a la vez impresionado por la generosidad de su jefe, el cariño de sus “cuates” y el nerviosismo de llegar por primera vez a México en avión, para luego tomar un bus que en seis horas lo dejaría en su natal Hidalgo.
Nona y yo nos atrasamos por estar ayudando a Junípero y fuimos los últimos en abordar nuestro avión. En la sala de embarque los empleados miraban hacia el pasillo en nuestra dirección. Al vernos, uno le dijo a Ronald - Listo, capitán, ahora nos podemos ir. El piloto era un hombre de 60 años, rubio, alto, simpático, educado, que caminando largas zancadas avanzó delante de nosotros. Entró al avión, tomó el micrófono y anunció: “Este es mi último vuelo, pues hoy me jubilo después de 24 años de servicio”. Todos los pasajeros aplaudimos. Luego él informó que su esposa y sus hijos estaban entre los pasajeros para festejar su jubilación. Agradeció a la empresa y al personal del avión por estos años de servicio, y luego, en agradecimiento, regaló a cada pasajero un “muffin” o “magdalena”, como lo llaman los españoles (un panecillo dulce). Le comenté a mi esposa: “Que historias más curiosas se nos han cruzado: un hombrecito que se sube por primera vez a un avión, y otro hombre que ya no se subirá más a un avión, por lo menos para pilotearlo”. El aterrizaje en Los Ángeles fue uno de los más suaves que hemos experimentado. En la pista dos camiones de bomberos hicieron un gran arco de agua por donde el piloto pasó orgulloso con su nave recibiendo su saludo de jubilación. Cada pasajero al descender le dio la mano y lo felicitó.
Seguramente Junípero llegará a su humilde ranchito del sur de México a darle a su madre cristiana sepultura. Ronald, en cambió, disfrutará de su amplia casa en algún elegante barrio angelino para pasar el resto de sus años en placentera vida de jubilado.
Me imagino que así como Junípero ha cruzado 13 veces la frontera en un agotador viaje en busca del sustento para su familia, así también Ronald cruzó miles de veces los cielos de este planeta piloteando aviones Boeing 737.
Una cosa les une: ambos son peregrinos y extranjeros, como tú y como yo.
Hebreos 11.13-16: Todos ellos vivieron por la fe, y murieron sin haber recibido las cosas prometidas; más bien, las reconocieron a lo lejos, y confesaron que eran extranjeros y peregrinos en la tierra. Al expresarse así, claramente dieron a entender que andaban en busca de una patria. Si hubieran estado pensando en aquella patria de donde habían emigrado, habrían tenido oportunidad de regresar a ella. Antes bien, anhelaban una patria mejor, es decir, la celestial. Por lo tanto, Dios no se avergonzó de ser llamado su Dios, y les preparó una ciudad.
Mi oración es que Junípero Serra y Ronald Reagan, mi propio bracero Junípero y mi piloto Ronald, y todos mis amigos hispano-latinos y anglo-sajones, ricos y pobres, negros y blancos, podamos esperar vivir en la ciudad que Dios prepara para nosotros. Para eso debemos reconocer este hecho: no somos más que peregrinos y extranjeros en este mundo. Nuestro destino final será la terminación de nuestro peregrinaje.
«¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir.»

Friday, November 11, 2011

Respirar: un asunto de ritmo.



Milligan College y el Seminario Cristiano Emmanuel están en la parte montañosa del este de Tennessee y son vecinos. Hace veinte años yo gradué de Emmanuel y ahora mi hijo es estudiante de Milligan. Esta mañana planeé asistir a la capilla de Emmanuel que se celebra cada día a las 9.30. Calculé que caminando me tomaría media hora en llegar, así es que salí a las 9 y con un frío intenso que animaba a acelerar el paso. Ya a los cinco minutos pensé en "hacer dedo" o "pedir aventón". Cuando llegué a Milligan Highway (que en realidad es una calle sencilla) y miré el cerro donde se levanta el edificio del seminario pensé en no seguir la ruta de la calle que da una vuelta larga, así es que me las ingenié para acortar camino por una pendiente de cemento que es un desagüe y tiene salientes como peldaños. Eso me ahorró unos minutos de caminata pero todavía me faltaba la otra curva. A esas alturas iba yo con la lengua afuera y sentía esa desagradable sensación de respirar hondo sintiendo el frío en la garganta. Llegué cinco minutos adelantado, tiempo suficiente para saludar a algunos conocidos y entrar a la capilla para sentarme y bajar las palpitaciones cardíacas y el ritmo respiratorio.
Comenzó el servicio de la capilla en donde hoy le tocaba a un estudiante de homilética dar su sermón. Comenzó así: "Respiren hondo, ahora exhalen. Otra vez..." Yo pensé que había notado mi falta de estado físico y me estaba ayudando a relajarme. Luego siguió hablando acerca de la cantidad de veces que respiramos en el día y entremedio contó experiencias relativas a la respiración. Pero nos advirtió que el sermón no se trataba de la Respiración, sino acerca del Ritmo.
Y así introdujo un lindo pensamiento acerca de nuestra vida espiritual que tiene que estar basada en el ritmo de inspiración (I) y exhalación (E). Leyó Hechos 2.42-46 y nos mostró ese ritmo: (I) Enseñanza de los apóstoles (Inspiración para llenarse de la Palabra), (E) Los apóstoles realizaban prodigios y milagros (Enfocados a los de afuera). (I) Comunión unos con otros (Inspiración entre los hermanos), (E) Tenían la estimación de todo el pueblo (Exhalación, hacia afuera). (I) Partimiento del pan, Eucaristía (Ceremonia de Inspiración), (E) De casa en casa compartían el pan (Exhalación por los barrios). (I) Oración (Inspiración de la iglesia), (E) Alabando a Dios (Exhalación hacia el pueblo).
Nunca pensé que un sermón me iba a quedar tan grabado debido a mi experiencia física de caminar en terreno montañoso. Algunos dirán que es la edad, o que es la falta de ejercicio. Yo diré que es la altura y la falta de oxígeno. Como que ya me acostumbré al nivel del mar.
Pero lo más importante es que aunque viva respirando brisa marina mezclada con smog en California, o frígido oxígeno en las montañas de Tennesse, una cosa sí debo hacer: mantener el ritmo espiritual de la respiración santa... Inspirar, exhalar, adentro, afuera, llenarme, vaciarme, recibir, entregar, retener, dispersar, ser bendecido, bendecir, aprender, enseñar.
Señor: Que cada bocanada de oxígeno me recuerde que "Tú eres mi respirar. Dios, tu presencia vive en mí. Y yo te anhelo Señor".

Thursday, September 01, 2011

Gabriela Mistral en una conversación inédita sobre la Biblia.


Hoy leí en La Tercera una noticia que dice que la Biblioteca Nacional de Chile ha subido al internet documentos inéditos de Gabriela Mistral, fotos, poemas, vídeos y audios. Como siempre me ha gustado la Mistral entré al sitio y me puse a escuchar una grabación de más de una hora en donde ella trabaja con sus secretarias dictándoles los poemas de “Las locas”.
Al final de la grabación se escucha una conversación en donde Gabriela habla de Palma (la maestra Palma Guillén que la recibió en México en el año 1922 cuando fue invitada especial del joven gobierno revolucionario). Gabriela comenta que Palma era anti judía y constantemente le hacía malos comentarios de los perversos judíos. La Mistral le rebatía sus argumentos.
En la grabación, que me gustó tanto y transcribo, Gabriela dice:
(Palma) llegó muy solemne y me dice “Gabriela vengo a jurar, delante de ti, que no vendré a hablar nunca más en contra del rey David”. No le hallaba nada, nada a ese hombre de genio, digo yo, y padre se Salomón además. Y no puedo entender porque ella es una beata fenomenal. Yo creo que ha leído la Biblia a trozos, a pedazos y una o dos veces. Hay que leerla constantemente.
Yo me acusé de eso la última vez que me confesé, yo le dije al padre que “no sé padre”, le digo, “pero yo quiero decirle esto: que a mi no me gustan los libros de misa que hacen ahora y lo que me gusta es leer la Biblia”. Entonces me dice “¡no la va a poder entender!”. El cura se enfaroló. Entonces me quedo yo muy impresionada y le digo yo, “rece usted padre por mí para que yo la entienda”. Entonces yo me salgo de ahí donde se está hincada, y él sale, y aunque tienen prohibido esto, se paró y yo alcé así los ojos para que no me conociera. Pero mire aquella cosa, detestan el que nosotros leamos la Biblia, cada cura. Y yo he tenido amigos curas, gente muy buena, pero parece que es la Santa Iglesia, la Madre Iglesia. Dejar a un ser humano sin los salmos de David, es lo más alto de la poesía del mundo. Y ese ser tan lindo, a pesar de la mujer aquella que él agarró y que pertenecía a otro, ¿No?, a pesar de eso mi padre David es una maravilla... (se escuchan risas)... Y Palma, yo creo no ha leído la Biblia sino una vez y por eso es que no le ya llegado el amor del judío, porque ese libro puede amontonar los libros religiosos. En todas partes van con unos libros tontos a oír la misa, pero unos libros idiotas escritos por curas que deben ser como esos niños que nacen malogrados, ¿Como se llaman? Como niños tontos ¿No?. Entonces yo no me confieso con frecuencia porque si me dicen alguna grosería, sobre todo eso de que no les gusta nada que una lea la Biblia. Es el libro que yo he leído más en mi vida, y yo creo que le debo a ese libro mucho ¿por qué lo voy a negar?
(Alguien le dice: porque tú amas al rey David, ¿No? Y ella se ríe). Bueno, el rey David dicen que era muy lindo en primer lugar... (luego parece que comenta algún cuadro y la carita coqueta de Betsabé).
¿Tú sabes que el hijo era el de las 600 mujeres? ¡qué horror! (Una mujer le dice: “pero es que vivió 500 años, tuvo tiempo”). Gabriela contesta: No, no es el viejo, yo hablo de Salomón. (La voz de Doris Dana, gringa, dice “Salomón era el viejo, era el papá de David”. Porque obviamente lo están confundiendo con Matusalén). Gabriela le contesta: ¡Por favor! David es el papá de él. ¿Una yanqui sin saberse su Biblia? (Risas).
Te advierto que sirve como libro poético, sirve como ninguno, eso y el Cantar de los cantares de Salomón y yo haciendo rabiar a Palma diciéndole, mira tu castigo después de mi padre David viene Salomón y lo declaran desde esos tiempo el poeta más grande del mundo. “Ah, ese, pero era un cochino” -contestó Palma- “agarraba las que fuera por eso agarraba a tantas ¿No podría tener tantas de otra manera?”.
Mi abuela se llamaba Villanueva y allá cuentan, la gente que se han ocupado de eso, que todos los Villanueva son judíos conversos. Yo tuve una abuela extraordinaria mujer. Cuando yo tenía una cosa de 12 años o tal vez menos, mi madre me decía todos los sábados y el domingo, “andá a ver a tu abuela loca y obsérvala si está en buen estado. Si no te dice ningún disparate entonces te quedai, pero si no te vení corriendo”. Entonces llegaba yo y al principio era sólo preguntarme como estábamos en la casa...

Ahí termina la grabación. Me imagino que Gabriela iba a comentar, porque en otros escritos lo ha hecho, de la influencia que su abuela paterna tuvo sobre ella al introducirla a la lectura de la Biblia.
Para no dejar la historia a medias, aquí les transcribo lo que Alfonso Calderón dice de la abuela de Gabriela en http://www.memoriachilena.cl/archivos2/pdfs/MC0013338.pdf
Su abuela estaba sentada "en un sillón rígido y yo me sentaba en una banqueta de mimbre. Ella me alargaba su Biblia, muy vieja y muy ajada, y me pedía que le leyera. Siempre me la entregaba abierta en el mismo sitio, en los Salmos de David. Leyó y releyó y el cuerpo se le llenó de esa música indecible, que alguna vez se cantó en Judea y en Samaria. Al comienzo, no entendía bien lo que contaban y repetía -como lo ha dicho- en la forma en que lo haría "un loro balbuceante". Después, sintió cómo se infiltraban "la poderosa cadencia y fuerza de aquellos símbolos. Entonces, bebiendo la sabiduría milenaria del libro sagrado, hice de la Biblia mi libro predilecto. Y desde entonces, como no encuentro en las oraciones corrientes la belleza y armonía de aquellos salmos, rezo con los versos de "Nuestro Padre David, como decía mi abuela".

Wednesday, June 15, 2011

Recordando a mi padre en el día del Padre 2011.


Raúl Antonio Soto Mora tiene 81 años. Ha sido mi papá durante 51 años. Tiene cinco hijos entre 61 y 39 años de edad, 11 nietos y 4 bisnietos. Goza de buena salud con la excepción de un pequeño derrame cerebral que tuvo hace 15 años que le impide comunicarse verbalmente a la perfección. Se le entiende todo lo que dice, pero en ocasiones las palabras se le confunden.
Espero tenerlo por muchos años más con vida y salud, pero a estas alturas de la vida, cada año nuevo se cuenta como ganancia y bendición. Ya se nos viene el Día del Padre y me puse a pensar en las cosas que a mi padre le han gustado siempre: vestirse bien, afeitarse, tener buenos modales, los aparatos electrónicos, los zapatos bien lustrados, la fotografía, dormir, viajar, visitar a los amigos, leer el periódico todos los días, ir al centro en micro y volver a casa con maní tostado o galletas, ir a los funerales, ir al cine, ir al estadio, entre otras cosas. Pero hay tres pasiones que sobresalen en él: el fútbol, los vehículos y la música.
La caja con fotos antiguas tiene muchas imágenes de mi padre desde su adolescencia hasta bien entrado en años en uniforme deportivo, desde canchas de tierra hasta una foto en el estadio Nacional jugando por la juvenil de Magallanes. Hay varias fotos con su equipo San Lorenzo de Prat. De sus tres hijos, sólo Raúl, el mayor le salió tan pelotero como él. Mi hermano, a sus 58 años continúa jugando partidos de 90 minutos. Mi papá desde niño me llevó al estadio a ver jugar a su querido Colo-Colo. Me llevaba a la cancha en donde él jugaba o si no a ver jugar a sus amigos. Yo me aburría soberanamente, pero me encantaba ir con él donde quiera que él fuera con el fin de distraerme y con suerte disfrutar de un helado, de cuchuflíes o maní confitado. Acostumbraba a tener una pelota de fútbol en el patio y muchas veces me llevaba a jugar con él. Me ponía al arco, me chuteaba penales y me enseñaba a no pegarle “puntetes” al balón, sino con el costado interior del zapato. Me “bailaba” hasta cansarme y finalmente yo me agarraba de una de sus piernas y él me arrastraba.
Tendría yo unos siete años cuando me llevó a una cancha en La Reina Alta. Era un día maravilloso y despejado, y con la luz del atardecer los cerros de la cordillera de los Andes se veían impresionantes. Le pregunté a mi papá -¿Por qué dicen que detrás de estos cerros hay otros cerros más grandes?- Y él se agachó para contestarme y rompió unos palitos. Enterró un palito chico, otro mediano y uno más alto y me dijo -Tú eres este palito chico. Este cerro que ves ahí es el palito mediano, y el palo más largo son los cerros muchos más altos al interior de la cordillera. Como tú eres tan chico sólo alcanzas a ver el cerro en frente, pero ese te impide ver los cerros más altos-. Esa fue la mejor lección que he recibido en una cancha de fútbol. Nunca le pregunté el significado de las palabras que usaba, “güin derecho, ausaid, corner, el central, mediocampista, lainman, etc”., además que nunca me interesó, sino hasta ser un adulto y comenzar a disfrutar del fútbol como espectador con cierta admiración a mi padre que, hasta el día de hoy, es capaz de verse unos seis partidos por televisión durante el fin de semana. Mi madre siempre ha dicho “espero no morirme durante un Mundial de Fútbol porque tu papá, después de la final, recién va a darse cuenta que me morí”.
Su otra pasión fueron los vehículos. Cuando yo nací en 1960 mi papá manejaba una reluciente motoneta italiana Lambretta del año 1958 y en ella llevó a mi mamá a la Clínica. Me lo imagino con su casaca de cuero con cuello de lana, todo un Marlon Brando o un James Dean. En ese año se compró su primer microbús hecho del chasis de un camión Chevrolet 1960. Las micros viejas en ese entonces eran de color verde y las nuevas, como la de él, de color rojo. El recorrido era Ñuñoa Vivaceta. Muchas veces me llevó a trabajar con él. Había que levantarse como a las 5 de la mañana para comenzar el primer recorrido por la ciudad de Santiago. Yo disfrutaba sentarme en el baúl que él tenia a su izquierda y a veces me dejaba cortar los boletos. (Ese baúl fabricado por don Arturo Cuevas) lo tengo como reliquia en mi departamento de Los Angeles.
Yo veía a mi papá como un gran héroe que abría la puerta delantera y trasera del bus con palancas durísimas. Le decía a la gente “avance por el pasillo por favor”, “la bajada es por atrás”. Recibía el dinero de cada pasajero, daba vuelto y cortaba el boleto, metía los cambios y estaba atento al tráfico, atento a la campanilla para anunciar bajadas porque si no paraba donde correspondía lo empapelaban con garabatos (maldiciones). Otras veces, cuando iba muy lento, le gritaban “apura la carroza, sino el muerto se va ir a pata” o “súbete a la vereda para irnos vitrineando”. Al llegar a casa en la noche, si todavía estábamos despiertos, le ayudábamos a contar y empaquetar las monedas en las páginas del programa de las carreras del Hipódromo Chile.
En la caja de las fotos hay una muy hermosa en un Chevrolet 46 que lo trabajaba de taxi. En 1966 se compró un Dodge 57 parecido al auto de Batman. En ese auto yo le rogaba que me dejara pasar los cambios y a veces me dejaba tomar el volante, pero sólo el volante, sentado en sus piernas. Tuvo un Fiat 1500 que fue el primer auto que manejé a los 12 años. Fue mi hermano Raúl que me lo dejó manejar, como a la vez fui yo el que dejó manejar a mi hermana Verónica un Dodge Dart 1969 cuando teníamos 16 y 17 respectivamente. También tuvo dos Simca 1000, un Peugeot 404 de 1968 y otro que se compró nuevo, un Peugeot 404 de 1975 armado en la Argentina. Ese fue el primer auto que yo manejé a los 15 años teniéndolo a él de pasajero una vez que se enfermó del oído y tenía vértigo. Él se asombró, sin saber que yo ya tenía tres años de experiencia. Recuerdo la camioneta Standard 1953 con la cual viajamos a La Serena y la Citroneta AX330 con la cual fuimos hasta Puerto Montt. Dos taxis Ladas, rusos. También tuvo una moto Yamaha que usábamos Raúl, Verónica y yo, realmente nos peleábamos por usarla. En 1967, si no me equivoco, se compró otra micro, para entonces las micros nuevas debían ser pintadas de azul. Se aburrió de los microbuses, los vendió y se compró un camión tolva, Chevrolet del año 1962 color celeste. Eso fue en 1970, en el gobierno de Allende. Me gustaba mucho acompañarlo a buscar arena o ripio a las riberas del río Maipo para traerlo a las construcciones de departamentos de Tobalaba con Avda. Grecia. Mi papá me compraba la revista Cabro Chico de la Editorial Quimantú, para que no me aburriera en los largos viajes.
Mi papá siempre ha amado los vehículos de cuatro ruedas. Sus preguntas hacia mí, ya casado yo, eran - ¿Y cómo te ha andado el auto?- Siempre lo consulté al comprar un vehículo, siempre lo consulté por asuntos mecánicos, aunque nunca lo ví con las manos sucias de grasa. Eso sí, ha sido siempre un fanático de la limpieza de los autos. Sus taxis siempre estuvieron impecables. Cuando llegaba cansado a almorzar y a dormir la siesta, me pedía que le limpiara el auto antes de salir a trabajar en la tarde. Él me enseñó “el lavado en seco”, así le llamaba él a lavar el auto con solamente un tarro de agua. Se moja el trapo, se pasa sobre la carrocería, se enjuaga, se estruja y luego con el mismo trapo húmedo se seca. El otro día nada más bajé al subterráneo del edificio donde vivo y le dije a Nona, “voy a lavar el Mini con la técnica que me enseñó mi santo padre”.
Cómo extraño cuando llegábamos con los niños a visitarlo a la casa en La Reina. Después de un rato desaparecía mi papá. Al comenzar a buscarlo lo encontraba en la calle lavando mi auto. Nunca ha soportado ver un auto sucio, y demostraba su cariño lavándome el mío. Siempre me decía que un auto con las ruedas sucias era igual que un hombre con los zapatos sin lustrar.
Hoy, a sus 81 años, todavía maneja, lo cual es bueno, como ejercicio espiritual, porque mantiene a mi mamá cerca de Dios orando fervientemente. Su vista no le acompaña mucho y definitivamente no puede manejar de noche. Es posible que en noviembre, al cumplir los 82, ya no le renueven su licencia, pero está bien, ya es hora que él también apoye al gremio de los taxistas donde trabajó por tantos años.
Y por último, recuerdo su gran pasión por la música. El me contaba que a los 15 años cantaba tangos acompañado por la guitarra de su amigo Víctor Chávez. Le gustan diversos tipos de música: tangos, vals, romántica, pero definitivamente lo suyo es el tango. Se los sabe todos y los canta con esa voz que parece que ya va a soltar el llanto. Debido a su gusto por los aparatos electrónicos, siempre tuvo buenos tocadiscos, buenas grabadoras, como la Grundig (de carrete) que en el año 1965 grabó las palabras de despedida de mi abuelo Juan Dupuy. Con esa vieja grabadora dedicaba tardes enteras, con sus amigos Pedro Flores y Manuel Alvarez, a grabar himnos. Les servía de ensayo también. En esa grabadora nos hacía cantar a Verónica y a mí. Grabé mi primera canción a los 9 años. La letra era: “Mamá, Mamá, un bello sueño tuve ayer. Mamá, Mamá, que sólo a ti te contaré. Íbamos los dos en un gran barco de vapor del que yo era capitán, hacía el país de la ilusión, y que orgullosa estabas tú...” Esta canción la hizo popular el niño Jean Jaques en el festival Eurovisión 1969.
También nos grabó a dúo (a mi hermana Verónica y a mí) la canción de Raphael que dice “Un canillapoí una balsa una guaina una flor en el río. Un paisaje de cielo reflejan las aguas del gran Paraná...”. Pensar que me aprendí de memoria muchos tangos que él cantaba y aquella canción que me ponía triste y melancólico: “Caballeros del ensueño tengo pluma por espada...”.
Mi papá compró una guitarra, pues casi a sus 40 años de edad quería aprender a tocarla. Recuerdo que mi abuela Hortencia también tenía una linda guitarra con su fino estuche que nadie tocaba, pues ella también tenía la ilusión de hacerlo algún día. Mi papá aprendió lo básico y tocó en el coro de la iglesia. Pero lo más importante fue que con esa guitarra en la casa Raúl, Verónica y yo comenzamos a torturar nuestros dedos. A los 12 años tomé cuatro clases en la escuela y de ahí en adelante solamente mirando en la iglesia me lancé como guitarrista. Más tarde aprendí a tocar la mandolina y como a los 17 le hice empeño con la acordeón y el piano. Mi padre inyectó en mi vena el amor por la música.
Las participaciones de mi papi en los eventos de la iglesia eran infaltables. La gente lo pedía. Sus más grandes éxitos fueron “Señor, llena mi vaso para honrarte” y “Bajo de las estrellas donde anduvo mi Jesús”. Más tarde en la vida fue cerrando sus “actuaciones” con las canciones del pastor Gómez como “La zarza” y “Cuantos años vagué”.
La voz de “Plácido Soto” (como le decía mi madre en tono de broma) se ha ido apagando. Hoy no le gusta ir a la iglesia porque dice que los aparatos de sonido meten mucho ruido. No puede regular sus audífonos para escuchar la música de las alabanzas o entender la letra de las canciones; ni siquiera puede escuchar el sermón. Así es que se ha dedicado a ver tele y a escuchar tangos en el patio de la casa por las tardes. Mi mamá me dice -”Tu papá es muy generoso con el barrio. Pone el volumen de los tangos de tal manera que todo el vecindario escuche”.
Cada dos o tres años, cuando voy a visitarlos a Chile, disfruto tocando la guitarra para que él cante y recuerde sus lindos tiempos de cantante.
Así, con nostalgia y “con una lágrima en la garganta” recuerdo a mi viejo, a mi querido viejo. Quisiera cantarle como Piero “ahora ya caminas lento”, pero no, él sigue ágil. Se cansa más que antes, pero no deja de caminar a la plaza a comprar el pan diario y el periódico. Pero sí le puedo decir “yo soy tu sangre mi viejo, soy tu silencio y tu tiempo”.
Una hermana de California fue a Chile y visitó a mis padres este año. Cuando mi padre caminó hacia la cocina ella se asombró y dijo “pero si es igualito a mi pastor”. Bueno, ni modo, hay cosas que vienen en los genes. Espero imitar, consciente o inconscientemente, las cualidades de mi padre. Los defectos, ya los hemos perdonado, como Cristo nos amó y nos perdonó a nosotros.

Tuesday, May 31, 2011

La Iglesia y el Matrimonio de Homosexuales

Ahora la toca a Chile la discusión sobre las uniones de personas del mismo sexo. La discusión va desde reconocerlas como uniones civiles o como matrimonios.
Por lo mismo, le toca a la iglesia sacar la voz y ahí se arma la batahola, lanzándose epítetos de grueso calibre de una trinchera a otra.
Ahora nos toca, como cristianos, determinar cómo vamos a manejar esta discusión. Para aportar a la reflexión, he traducido un equilibrado artículo del pastor Ben Cachiaras, en donde he adaptado algunos ejemplos para que se entiendan en nuestra cultura hispana. Léanlo y reflexionemos desde un punto de vista donde predomine la verdad y el amor.


El panorama en nuestra sociedad ha cambiado. Las últimas encuestas confirman lo que ya sabemos - que un número cada vez mayor de personas están dispuestas a reconocer las uniones homosexuales. Se trata de una realidad cada vez más latente en la cultura en que vivimos. Por lo tanto este debate era inevitable.
Algunos quieren ver esto simplísticamente, a ver si nos declaramos "a favor” o "en contra" del homosexualismo. No es tan simple la cosa. Un aspecto en el meollo de este asunto es analizar si a las parejas homosexuales se les deben conceder privilegios civiles o darles protección legal de la manera que la tienen las parejas heterosexuales. Los cristianos sienten la responsabilidad de defender el matrimonio y argumentar en contra de las uniones del mismo sexo, sólo para darse cuenta de que argumentar en contra del matrimonio gay lleva a negar la protección civil del estado sobre ellos y sus hijos.
La gente como nosotros nos encontramos en una situación complicada ya que por un lado sostenemos claros límites morales en contra de la práctica de conductas homosexuales, pero por otro lado nos guiamos por la ley del amor que nos indica a no hacer nada por despecho con el fin de dañar a las parejas homosexuales, incluso al no estar de acuerdo, por razones morales, con su estilo de vida.
Es posible que no queramos reconocer el matrimonio entre homosexuales, pero de hecho existen parejas homosexuales. Por desgracia, en el debate actual, la única forma de apoyar el matrimonio tradicional significa ubicarnos en la posición de votar a favor de medidas que serán percibidas como perjudiciales para otros. Esto significa, a mi juicio, que tenemos que ser muy cuidadoso acerca de cómo discutimos esto para no dar ninguna razón para que los cristianos sean calificados como promotores del odio o de la indiferencia. Nuestra posición y las acciones en esta materia no deben estar motivadas por un deseo de dañar a nadie. Y si nuestra posición o acciones acaban perjudicando a los demás, no debemos levantar nuestro puño triunfante en el aire, sino que debemos, con humildad, reconocer que la política en un sociedad pluralista es un negocio sucio.
He aquí parte de una declaración que junto a otro pastor hemos reflexionado:
"Como ciudadanos de una democracia es nuestro derecho y nuestra responsabilidad apoyar aquellas leyes que trabajan por el bien de todos. Como ciudadanos cristianos esto significa particularmente, que cuando hacemos decisiones políticas las hacemos con el fin de apoyar el más alto bien para la mayoría de los personas. No podemos ser egoístas en nuestras vidas personales, de alguna manera dejamos de ser egoístas en nuestra política pública. Esto supone una carga especial sobre los cristianos que deseen participar inteligentemente en la vida pública. Tratamos de educarnos a nosotros mismos, sopesar los problemas, actuar con humildad y con especial cuidado hacia las personas cuyas necesidades y puntos de vista son muy diferentes a los nuestros. "
Algunos de los pastores hemos estado hablando de esto y estamos de acuerdo en que lo más importante que la iglesia puede hacer es continuar siendo la iglesia. Nosotros vamos a seguir enseñando la verdad, proclamando la buena nueva y viviendo como una comunidad especial del reino de Dios cuya ciudadanía está en el cielo. Somos llamados a enviar al pueblo de Dios al mundo, para que que sea sal y luz en todas las formas que lo puedan hacer. Algunos oran con valentía. Otros sirven calladamente, pero con consistencia. Algunos entrarán a la palestra de la política o a la plaza pública. Sin embargo, como iglesia, nuestra principal contribución no será lograr imponer el reino de Dios a través de un régimen político o de los mandatos legales. Esto no quiere decir que debamos ignorar esas cosas, es sólo para recordar que nuestra mejor inversión está en el Evangelio - que es el verdadero poder de Dios para la salvación.
Es posible que nunca logremos que todo el mundo "actúe como" cristianos y observen la moralidad que los cristianos defienden. Esa no es nuestro mandato. Nuestro mandato es hacer más y mejores discípulos, y la forma de hacerlo es seguir siendo la iglesia.
Lo que me molesta es que el Gobierno crea tener la autoridad de redefinir el matrimonio. No es el asunto del homosexualismo lo que me molesta, sino el gobierno que interviene con arrogante presunción creyendo que podría "redefinir" algo que no le pertenece. Abraham Lincoln dijo: "Si a una pata yo le llamo cola, ¿Cuántas patas tiene un perro? ", alguien responderá, "¿Cinco? ". "No, el perro todavía sólo tiene cuatro patas. Llamar a una pata “cola” no hace que la pata se transforme en cola".
El matrimonio es, por definición, la unión entre un hombre y una mujer. Si digo que quiero tener cuatro personas que se unan en una especie de relación especial, tenemos la libertad para hacer eso. Pero también sería necesario inventar un nombre diferente para ese tipo de unión.
El matrimonio es más grande que el gobierno, es una institución social ordenada por Dios en donde el gobierno intervino para regularlo. Las regulaciones son una cosa; las redefiniciones son otra. Si la FIFA resuelve cambiar algunas reglas del fútbol, como por ejemplo que los penales sean lanzados desde el área grande enfrentando al portero y al jugador como en un ataque regular, entonces eso sería cambiar el reglamento. A algunos no nos gustan los cambios, pero aún así seguirá siendo fútbol.
Pero imagínese si la FIFA dice: "De ahora en adelante el fútbol será un juego con una red en el medio campo y todos los jugadores usarán zapatos de golf”. Incluso si eso se hiciera una ley, muchos se resistirían y estarían en su derecho. Simplemente la FIFA no puede redefinir el fútbol. Así mismo tampoco es la labor del gobierno pretender redefinir el matrimonio. De hecho, nunca lo podrá hacer. Si los gobiernos aprueban ese tipo de leyes, a lo sumo cambiará lo que ese gobierno reconoce como "matrimonio". Pero el matrimonio seguirá siendo lo que es, al igual que el fútbol siempre será siempre un juego con un balón, 11 jugadores por lado y dos porterías para marcar los goles. El hecho de que haya otros juegos que se hacen populares no quiere decir que cambiará la definición del fútbol para incluirlos.
Me gustaría que hubiera una manera de estar en contra de redefinir el matrimonio sin que los que desean las uniones del mismo sexo me perciban como odioso.
En un tema como este debemos encontrar el equilibrio entre la verdad y el amor. Leí un artículo sobre este tema que habla de lo amoroso que debemos ser sobre esta materia, pero carecía de un fundamento bíblico y, por lo tanto, era una perspectiva equivocada. En el otro extremo, fui testigo de una entrevista de televisión horrible con una mujer que dice representar a Dios y a una iglesia. Ella insistió en un discurso de odio y condena basado en la verdad de la Biblia. No podía estar más en desacuerdo. Aunque hubiera un grano de la verdad en lo que ella decía, el amor brillaba por su ausencia, por lo cual no valía la pena escucharla. La verdad sin amor no es la verdad bíblica. El amor sin verdad no es el amor bíblico. Independientemente de sus opiniones o acciones, si no tiene la verdad de Dios y el amor de Cristo, entonces sus acciones no están en armonía con el Espíritu de Dios.
Ore, actúe, ame. Hay mucho en juego y, sin embargo, no es necesario ponerse nerviosos. Con esto quiero decir que no debemos pasar por alto estos importantes
asuntos. Si lo desea, llame a sus representantes en el parlamento para que escuchen su opinión. He alentado a mis parlamentarios a votar en contra de la redefinición del
matrimonio con parejas del mismo sexo. Puede haber otras acciones de Dios le dirija a hacer. Pero sobre todo, creo que tenemos que orar y amar. Ore para que Dios siga trabajando en este tema, en nuestra iglesia, en nuestras vidas, en nuestra nación y en el mundo. Y actuemos con la dirección de Dios.
Sospecho que en los próximos días, tendremos una gran oportunidad para
mostrar un amor fuera de lo común a la gente. ¿Está usted listo? "En esto conocerán que son mis discípulos: " dijo Jesús,"si se aman entre ustedes”. "Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús (Colosenses 3:17).

Saturday, May 14, 2011

A propósito de la muerte de David Wilkerson.

A los 17 años ya me habían leído La Cruz y el Puñal, Corre Nicky Corre y Después de la Cruz y el Puñal. A los 19 años, cuando ya iba camino al Seminario, entré a EEUU en un vuelo de Santiago a Nueva York. Me recibieron unos hermanos de la Iglesia Fé Apostólica. Lo primero que les pedí era que me llevaran a conocer la calle donde se fundó el Teen Challenge. Sentí mucha emoción al estar caminando por las mismas calles que se mencionaban en esos libros.
Cuando tenía 38 años acompañé a unos amigos a visitar Nueva York, y fue entonces que participamos del culto en la iglesia que había fundado David Wilkerson en Madison Square Garden. Les confieso que ya no me impactaba tanto su mensaje. Para mi gusto se había transformado en un profeta del desastre un poquito negativo y refunfuñón. Sin embargo, el gran respeto que le tuve por la obra que hizo siempre permaneció.
Así es que fue triste saber que murió en un accidente de tránsito sin llevar puesto su cinturón de seguridad.
Esta semana encontré un artículo muy bonito acerca de Wilkerson. Fue escrito por el fundador del movimiento de oración 24-7 Pete Greig. Me gustaron muchos sus palabras y se los traduje. Aquí les va:

Cuando David Wilkerson murió en un accidente automovilístico la semana pasada perdimos a un héroe de la oración, de la misión y de la justicia. Su autobiografía "LaCruz y el Puñal" que describe su trabajo con miembros de las pandillas de Nueva York ha vendido más de 50 millones de copias. Algunas personas lo ven como uno de los catalizadores para la renovación carismática en la Iglesia Católica Romana. Wilkerson también fundó Teen Challenge, que ayuda a 24 mil jóvenes al día liberarse de sus adicciones, opera con 1.000 centros en 82 países.


Estos increíbles ministerios del reino empezaron (como todos los increíbles ministerios del reino) en una sala de oración en vez de una sala de juntas. El 9 de febrero de 1958, David Wilkerson sintió que el Espíritu lo impulsaba a pasar parte de la noche orando en lugar de ver la televisión. Él obedeció y después de un par de semanas, durante el tiempo que pasaba en oración, se sintió la inspiración de tomar en sus manos la revista Life. De repente se puso a llorar por una foto de siete miembros de una pandilla que fueron a juicio por matar a una víctima de polio de 15 años de edad. David Wilkerson sintió que el Espíritu le dijp: "Ve a ayudar a estos muchachos”. Fue un momento que destrozó su vida para siempre para bien.


Córtame en mil pedazos


A pesar de que nunca había estado en Nueva York, en tres días Wilkerson ya estaba allí para alcanzar a los miembros de las pandillas que estaban fuera de la ley. Cuando NickyCruz, líder de los Mau Maus amenazó con matarlo, la famosa respuesta de Wilkerson fue "me puedes cortar en mil pedazos y cada pedazo te gritará que Dios te ama". Al hablar de Wilkerson en su funeral la semana pasada, Nicky Cruz dijo: "He venido a despedirme de mi padre espiritual ", y añadió que él nunca conoció a su propio padre. "He dicho a la gente durante años que si no fuera por David Wilkerson, hoy estaría en el mismo infierno.


También recordó que cuando Wilkerson le ofreció el don de hablar en lenguas, él pidió el idioma italiano porque había una chica italiana muy bonita que le gustaba.


La vida de David Wilkerson nos recuerda una vez más las explosiones de vida que puede tener lugar cuando se combinan la oración, la misión y la justicia. Dios lo convirtió de un pastor provinciano a un cambiador del mundo, sencillamente porque él oró en lugar de ver televisión. Todos los sacrificios que hacemos para Dios valen la pena, especialmente cuando el sacrificio es buscarlo en la oración. Si Dios te desafía a que mires menos televisión, o que pasar menos tiempo en Internet, o que te levantes de la cama un poco antes, con el fin de orar, ¿Te puedo animar a obedecer? Esta podría ser la sencilla clave que abrirá tu destino en la vida.


Ve en ayuda de esos chicos


Hace once años, cuando finalmente acepté un llamado similar a buscar a Dios en la oración (después de años de excusas), fue el comienzo del movimiento de oración 24-7 y el punto más emocionante de inflexión en mi vida. Supongo que se podría decir que ese fue mi momento de 'Ve a ayudar a esos chicos”. Se arruinó mi vida para siempre, para bien.


Esta noche Brian Heasley estará en las calles de Ibiza con su “camioneta de vomitar” rescatando a personas, porque Dios le habló hace seis años cuando él era un pastor rural. Ese fue su momento de “Ve a ayudar a esos chicos”.



Hace dos meses, a medida que intercedíamos por el pueblo de Japón a raíz de sus catástrofes, Dios nos habló y nos dijo que enviáramos a Jon Petersen para bendecir la nación. Cuando Jon llegó, Dios procedió a abrir las puertas increíblemente. A finales de este mes un equipo de 24-7 estará muy dentro de la zona de desastre orando y sirviendo. Jon dice que había estado esperando cuarenta años para esa puerta se abriera. A veces nuestras oraciones se tardan, pero este es ahora el momento de Jon de “Ve a ayudar a esos chicos”. Su vida ha sido totalmente alterada por el pueblo de Japón.


El simple secreto para desbloquear tu destino es la oración. ¿Está Dios esperándote en una sala de oración en algún lugar, invitándote a apagar las pantallas y buscar su rostro? ¿Es que quiere arruinar tu vida para bien deseando darte ese momento de “Ve a ayudar a esos chicos” para el cuál has nacido? ¡En realidad hay una sola manera de averiguarlo!

Friday, April 22, 2011

¿Perro vivo o león muerto?

Sermón del domingo de resurrección, 24 de abril de 2011.

El libro de Eclesiatés, en el Antiguo Testamento, menciona el siguiente dicho: Vale más perro vivo que león muerto. Ecl 9.4.

Hoy que celebramos la resurrección del León de la tribu de Judá. ¿Por qué me ha dado por mencionar al perro? ¿No será demasiado negativo el título del sermón?

En realidad sí que es negativo y quizás hasta de mal gusto. Pero, espérense hasta el final del sermón para que lleguemos al punto.

En estos días de Cuaresma y de reflexión me encontraba en Japón visitando la ciudad de Tokio y luego la isla de Okinawa.

Dios nos ha concedido la bendición de visitar 30 países del mundo. Lo que más nos ha llamado la atención han sido esos países en que el cristianismo no es mayoría, como el caso de Turquía y Marruecos, en donde el islamismo es la religión predominante, y ahora nuestra visita a Japón, en donde predomina el shintoísmo y el budismo.

El shintoísmo está basado en creencias espirituales relacionadas con la creación, las montañas, los ríos, el mar, la tierra, etc. Ellos celebran los nacimientos, los cambios, la primavera, las lluvias, las cosechas, etc. Los shintoistas creen que la creación está habitada por un gran número de espíritus que hay que celebrar y respetar para que no se enojen.

Hace muchos siglos, por influencia China, penetró el budismo en Japón. El budismo es una religión atea, ellos no creen en un Dios personal que se comunica con nosotros. Básicamente los budistas esperan reencarnarse hasta llegar al Nirvana, es decir la unión con el todo, el fin de la vida (que, insisto, no es el paraíso o el encuentro con nuestro Dios, sino la nada misma).

Dicen, en forma chistosa, que los japoneses nacen shintoístas y mueren budistas. Porque los nacimientos y los cambios de estaciones, y las lluvias y los terremotos, tsunamis, etc, son tratados en el shintoísmo. Pero cuando vienen las enfermedades, las crisis, las tragedias personales y la muerte, ellos se relacionan más con el budismo. El cristianismo en Japón solamente alcanza a un 1% de la población.

En esta sociedad en que Jesucristo es desconocido o mal entendido, ellos se refugian en los ídolos. En este templo tienen escondido un ídolo del siglo 16. La gente va hasta allí a pedir que el espíritu de ese ídolo los ayude en sus vidas. Se acercan al incienso para recibir fuerzas. Tocan todas las partes de la imagen de bronce de un monje para ser bendecidos.

Ese día que visitamos el templo me quedé un rato mirando a la gente y orando para que la luz de Cristo alumbrara a esta sociedad que está en tinieblas. Frente al monje de bronce me puse a pensar qué hacer. Finalmente puse mi mano sobre su cabeza y reprendí al espíritu de engaño que hay en esa estatua.

Cuando llegamos a la isla de Okinawa, nuestra hija Paloma y su esposo que viven allá, nos llevaron a conocer al Shisa más grande construido en Japón. Según la mitología de Okinawa “Shisa” es el nombre de un “perro dragón” que según sus supersticiones, los protege de los malos espíritus y de los acontecimientos funestos.

Nos tomamos una foto a los pies de la gran imagen que mira hacia el océano, seguramente deteniendo los tsunamis y las tempestades según sus creencias. En las casas de Okinawa estos shisas los colocan de a dos en las entradas, o estás puestos en los techos.

Mientras miraba estas curiosidades yo pensaba, “que triste es que estos japoneses pongan su confianza en un pobre perro”. Y es por eso que se me vino a la mente este dicho hebreo que podría ser la respuesta de un japonés a la muerte de Cristo en la cruz: “Vale más perro vino que león muerto”. En otras palabras, preferimos confiar en un perro que nos cuide aquí y ahora, en vez de confiar en un león que dicen que murió, pero que a nosotros no nos sirve para nada. Un león que dicen que resucitó, pero que para nosotros los japoneses no tiene sentido.

Mis queridos hermanos hispanos occidentales: déjenme explicarles que para el resto del mundo que no cree en Cristo, esto de la muerte, pasión y resurrección del Señor es algo que ellos no pueden aceptar ni entender.

Para los judíos es difícil entender que el Mesías que ellos esperaban haya venido en la persona de Jeshúa. El papa Benedicto XVI escribió un libro llamado Jesús de Nazaret. En ese libro él menciona a un renombrado rabino judío que escribió las razones por las cuales en el judaísmo no pueden aceptar que Jesús sea el Mesías: Este Jesús se hizo pasar por Dios, se hizo mayor que el sábado, mayor que la ley y mayor que el templo. Estas tres cosas -la ley, el sábado y el templo- son los pilares básicos del judaísmo, y Jesús se hizo mayor que los tres: abolió la ley por medio de la gracia, cambió el sábado por el descanso eterno y sus discípulos lo adoran en domingo. Además profetizó la ruina del templo diciendo que él era mayor que el templo. La ley de Moisés dice que “maldito es el que es colgado o crucificado en un madero”, por lo tanto los judíos rechazan a Jesús como un Mesías que muere, y además muere como un criminal.

Los musulmanes, por otro lado, rechazan a Jesús diciendo que Dios es uno solo, su nombre es Alá, y que Mahoma es su profeta. Conocí a un misionero en el mundo musulmán que cuando alguien le decía “Hay un solo Dios y Mahoma es su profeta”, él contestaba y “Jesús es su Hijo”. Para ellos es inconcebible que Dios tenga un Hijo Unigénito que se hizo carne y murió por nosotros, resucitando al tercer día. Además, el Corán dice que Jesús le pidió al Padre que lo librara de morir en la cruz y el Padre le respondió y se lo llevó al cielo antes de morir. Los musulmanes dicen “Dios no puede permitir que uno de sus profetas fuera asesinado. Si Jesús hubiera sido crucificado, significaría que Dios le falló a su profeta”.

Y luego tenemos esta gran religión mundial, el budismo, que esencialmente es atea. Dicen que todo lo que existe es Dios. Ellos no creen en el pecado. Para ellos el fin último de la vida y de las reencarnaciones es llegar a la muerte con paz y sin pasiones ni dolores, en completa resignación, sin dramas. Por lo tanto rechazan a Jesús porque no murió como un samadhi, es decir, un maestro que escapa la degradación de la muerte. Un budista dijo: “el Cristo crucificado es una imagen muy dolorosa para mi. No contiene ni gozo ni paz, y no le hace justicia a Jesús”.

Finalmente Jesús permanece como lo que siempre ha sido: un signo de contradicción.

Simeón le dijo a la virgen María: «Este niño está destinado a causar la caída y el levantamiento de muchos en Israel, y a crear mucha oposición, a fin de que se manifiesten las intenciones de muchos corazones. En cuanto a ti, una espada te atravesará el alma.» Lucas 2.34-35.

San Pedro dijo: Cristo es la piedra viva, rechazada por los seres humanos (...una piedra de tropiezo y una roca que hace caer) pero escogida y preciosa ante Dios 1 Pedro 2.4 y 8.

Volviendo al perro vivo de los japoneses que consideran a nuestro león como muerto. Cada cultura busca llegar a Dios por sus propios medios y filosofías. Cada cultura crea o inventa el camino que les llevará a lo trascendental, o a la salvación, o al fin, la nada, nirvana, cielo, etc.

Cada cultura, a la vez considera el mensaje de Jesús, algunos lo aceptan, otros lo rechazan. Quizás usted se preguntará, ¿Por qué hay gente que no acepta el evangelio del reino de Dios? Porque, según dijo el apóstol Pablo: El dios de este mundo ha cegado la mente de estos incrédulos, para que no vean la luz del glorioso evangelio de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 1 Corintios 4.4.

Desde sus mentes enceguecidas piden y buscan de acuerdo a sus prejuicios:

Los judíos piden señales milagrosas y los gentiles buscan sabiduría, (y los japoneses buscan protección terrenal, y los de EEUU piden estabilidad económica, y los africanos pan para el día, y los mexicanos buscan un alto a la violencia...) mientras que nosotros predicamos a Cristo crucificado. Este mensaje es motivo de tropiezo para los judíos, y es locura para los gentiles, pero para los que Dios ha llamado, lo mismo judíos que gentiles (japoneses o estadounidenses, africanos o latinoamericanos), Cristo es el poder de Dios y la sabiduría de Dios. 1 Corintios 1.22-24.

Mis hermanos, este es el misterio de la cruz y de la resurrección. No todos lo entienden, ni siquiera todos los cristianos lo entendemos. Y he ahí la maravilla de la fe. Una de las cosas que nos une a los ateos y a los de cualquier otra religión, es que todos estamos atentos a un solo tema, “Dios”. Unos para apoyarlo y otros para denigrarlo, pero todos atentos a ese tema. Los ateos harían bien en ni siquiera tocar el tema, porque, si Dios no existe, ¿para qué gastar saliva hablando de él? (jeje).

Ahora, mis hermanos, Dios nos ha revelado a nosotros a su Hijo Jesucristo. ¡Gloria al Señor por eso! Pero les llamo a la humildad. Yo no me puedo sentir superior a los japoneses porque soy cristiano, al contrario, en mi visita sentí mucha compasión por ellos que lo tienen todo: respeto, honestidad, disciplina, dinero, comida sana, salud, etc. Pero no tienen a Cristo. Tenemos que tener humildad y respeto por los musulmanes, por los judíos, por los ateos, por los agnósticos, por los hindúes.

En esa humildad debemos darle gracias a Dios por su Hijo Jesús, que murió por nosotros, resucitó y volverá. Pero una cosa debemos tener en claro, y se los digo en las palabras del fallecido doctor en teología Pablo Dominguez: Es verdad que yo puedo decir que Dios existe, pero también sé que es muchísimo más lo que no sé de Dios, es muchísimo más lo que desconozco de él y sí sé que no sé todavía cómo es, que necesito verle más, conocerle más, y por lo tanto mi “sabiduría”, a lo que me lleva sobretodo es a la profunda humildad de la razón de decir “Dios mío: eres demasiado grande como para poder conocerte. Lo que pasa es que tú te has dado a conocer”.

Y en esa humildad es que quiero ahora cambiemos nuestra mirada desde el perro para poder visualizar al león.

Leamos Apocalipsis 5. 1-5: 1 En la mano derecha del que estaba sentado en el trono vi un rollo escrito por ambos lados y sellado con siete sellos. El que está sentado en el trono es el Padre Dios Todopoderoso, según el cap. 4. En su mano sostenía un rollo misterioso, escrito con misterios, porque estaba sellado. En ese librito están todas las preguntas que nos hacemos. Ahí están las preguntas de los judíos, de los cristianos, de los musulmanes, de los ateos, de los agnósticos, de los budistas, de todo el mundo.

2 También vi a un ángel poderoso que proclamaba a gran voz: «¿Quién es digno de romper los sellos y de abrir el rollo?» La pregunta de todos los siglos está aquí. ¿Quién? No qué, no qué cosas, qué ideas, qué obras. Es una persona la única que nos puede mostrar todos los secretos de Dios. Es una persona que nos puede responder todas las preguntas que tengamos.

3 Pero ni en el cielo ni en la tierra, ni debajo de la tierra, hubo nadie capaz de abrirlo ni de examinar su contenido. Hay una lista en internet de los 30 hombres más grandes de la historia. Me los imagino a cada uno tratando de descifrar este libro con siete sellos: Einstein con su teoría de la relatividad, Leonardo Da Vinci con sus investigaciones, Newton con su física, Aristóteles, Platón, Sócrates y Confucio con su filosofía, Cristóbal Colón con sus descubrimientos, Galileo y Copérnico con su astronomía, Darwin con su evolución, Carlos Marx con su análisis social, Bill Gates con la era digital, Luis Pasteur con su ciencia, Moisés con su ley, Mahoma con su religión, Tsai Lun con su papel, Gutenberg con su imprenta, Alejandro Magno y Napoleón con su genio militar, Buda con su apacibilidad, Julio César con su imperio, Euclídes con su geometría, Lavoisier con su química, Gandhi con su pacifismo, Hitler con su raza superior, Qin Shi Huang con su imperio chino, Heródoto con su historia y Diógenes con su lámpara buscando y buscando al hombre perfecto. Nadie ha sido, es, ni será capaz de abrir los misterios de Dios y examinar su contenido.

4 Y lloraba yo mucho porque no se había encontrado a nadie que fuera digno de abrir el rollo ni de examinar su contenido. Cuando nos damos cuenta que ni los mejores filósofos, pensadores, científicos, militares, matemáticos, reyes o emperadores son dignos, no nos queda más que llorar como lo hizo San Juan. Nadie puede, estamos perdidos.

5 Uno de los ancianos me dijo: «¡Deja de llorar, que ya el León de la tribu de Judá, la Raíz de David, ha vencido! Él sí puede abrir el rollo y sus siete sellos.» Aquí en el versículo 5 está la respuesta universal que nos trae un gran consuelo. El anciano lo primero que dice es “deja de llorar”, “sécate los leles”. Es el mensaje antiguo que se repite 366 veces en la Biblia, una vez por cada día del año, incluyendo el 29 de febrero: No temas, no tengas miedo, no se me agüite, no se amilane.

Dios le dijo a Abram “no temas”, “no le tengas miedo” le dijo a Moisés, “no temas ni desmayes” le dijo a Josué, “no teman a los dioses de los amorreos” les dijo a los israelitas, “no tengas miedo de él” le dijo a Elías, “no tengan miedo ni se acobarden” le dijo al pueblo de Judá, y a nosotros nos dice a través del profeta Isaías: “Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa”. A Jeremías le dijo “no tengas temor de ellos”, a Zacarías le dijo “no les temas ni tengas miedo de sus palabras”, a Daniel le dijo “no temas porque a causa de tus palabras yo he venido”, a través del profeta Joel le dijo al planeta “No temas, tierra, sino alégrate y regocíjate, porque el Señor hará grandes cosas”. A José, el padrastro de Jesús le dijo “no temas”, al principal de la sinagoga le dijo “no temas”, a Zacarías le dijo “no temas porque tu oración ha sido escuchada”, a la virgen María le dijo “no temas porque has hallado gracia”, a Pedro le dijo “no temas porque ahora serás pescador de hombres”, a Jairo le dijo “no tengas miedo, cree nada más”, al apóstol Pablo le dijo “No tengas miedo; sigue hablando y no te calles, pues estoy contigo”, al apóstol Juan le dijo “no temas, yo soy el primero y el último”, a la viuda de la aldea de Naín le dijo “no llores” y a ti y a mi nos dice hoy “no tengas miedo, no llores, hay esperanza, hay solución, hay camino abierto hacia Dios.

El anciano que le habla a Juan en el Apocalipsis menciona una imagen animal y una imagen vegetal para presentar al que tiene la solución: le llama león y le llama raíz. León, porque es la imagen del rey de la selva- Le apellida “de Judá” porque es la tribu principal y más numerosa de Israel, y además, como el mismo Señor le dijo a la mujer samaritana “la salvación proviene de los judíos”. Le denomina “raíz” porque da fruto y nutrición a la humanidad, le dice “de David” porque es el descendiente de esa dinastía y de ese hombre que tenía un corazón entregado a Dios.

Ese, que nosotros hoy le llamamos con mucho respeto y reverencia “Nuestro Señor Jesucristo”, ese es el que puede abrir romper los sellos los sellos de los misterios, y puede revelarnos el camino a Dios. Pero, ¿Por qué el puede y los demás no pueden? ¿Porqué Einstein, Aristóteles, Napoleón o Gandhi no lo pueden hacer? Por la sencilla razón de que el león ha vencido. ¿A quién ha vencido este león? Ha vencido nada menos que al pecado, al diablo y a la muerte. ¡Ha resucitado de entre los muertos!

El agnóstico me dirá: Está bonita la historia, pero prefiero a mi perro vivo que a tu león (que según la opinión del agnóstico) está muerto. El escéptico me preguntará ¿Cuáles son las evidencias de que el León de Judá resucitó?

Te daré las evidencias que encontró Lee Strobel. Él era ateo. Su esposa se convirtió al cristianismo y él, con el fin de convencerla de su equivocación, usó las herramientas más poderosas que tenía como periodista y abogado para refutar la resurrección del León de Judá. Investigó durante dos años, pero se encontró con la sorpresa de que desde el punto de vista legal y de evidencias testimoniales no era posible negar la resurrección. Al contrario, concluyó él con una mente fría de abogado, todo indica que Jesús sí resucitó de entre los muertos. Lee Strobel terminó inclinándose ante la evidencia y hoy es uno de los mejores defensores de la fe cristiana.

Estas son las evidencias que encontró él:

1- Jesús realmente murió crucificado, (hasta expertos ateos como Gerd Lüdemann lo afirma).

2- La ubicación de la tumba era reconocida tanto por sus discípulos como por sus enemigos.

3- Sus enemigos reconocieron que la tumba estaba vacía, pero dijeron que los discípulos se habían robado el cuerpo. Pero los discípulos realmente no tenían las ganas ni la valentía de robarse el cuerpo y luego morir proclamando una mentira.

4- Por lo menos ocho fuentes antiguas dentro y fuera del Nuevo Testamento, atestiguan que Jesús apareció vivo.

5- No pudo ser una alucinación lo que se imaginaron, porque las alucinaciones, como los sueños, son personales y no comunitarias. Jesús se apareció a varias personas en diferentes lugares, incluso se apareció a un grupo de 500 personas.

6- No fue tampoco una visión de los tristes y acongojados apóstoles para consolarse en sus mentes. Esto no explicaría la dramática conversión de Saulo de Tarso, un furioso enemigo de Jesús y sus seguidores, ni la conversión de Santiago, el escéptico hermanastro de Jesús. Y si hubiera sido una visión, entonces el cuerpo todavía estaría en la tumba.

Y así, una por una se le fueron derrumbando las objeciones a Lee Strobel, hasta que concluyó: “realmente se necesita más fe para mantener mi ateísmo que para ser un seguidor de Jesús”. Hoy, este afamado periodista-abogado, está celebrando su domingo de resurrección # 30. Dice él: “no es un pensamiento ilusorio, no es por temor a la muerte o por la necesidad de usar muletas psicológicas, sino que creo en la resurrección sencillamente por los hechos incuestionables”.

Terminemos diciendo que el libro más pesimista del Antiguo Testamento es el Eclesiastés. Algunos dicen que Salomón escribió el Cantar de los Cantares cuando era un joven enamorado, escribió los Proverbios cuando era un adulto maduro y sabio, y escribió Eclesiastés cuando era un viejo amargado y apartado de los caminos del Señor.

Por esa razón es que escribió lo siguiente y, por favor, no se deprima cuando escuche Eclesiastés 9. 3-6: “Hay un mal en todo lo que se hace en esta vida: que todos tienen un mismo final. Además, el corazón del hombre rebosa de maldad; la locura está en su corazón toda su vida, y su fin está entre los muertos. ¿Por quién, pues, decidirse? Entre todos los vivos hay esperanza, pues vale más perro vivo que león muerto. Porque los vivos saben que han de morir, pero los muertos no saben nada ni esperan nada, pues su memoria cae en el olvido. Sus amores, odios y pasiones llegan a su fin, y nunca más vuelven a tener parte en nada de lo que se hace en esta vida.”

Salomón escribe antes de Cristo, nosotros estamos en el otro lado de la historia. Salomón estaba terminando sus días sin la esperanza de la resurrección ni de la vida eterna, nosotros conocemos el don de la salvación y tenemos la esperanza de la resurrección. Desde el punto de vista de Salomón “vale más un perro vivo que un león muerto”, pero desde nuestro ventajoso punto de vista, en el tercer milenio después de la resurrección de Cristo, podemos decir lo contrario: “más vale león vivo que perro muerto”.

Y tú, ¿Estás confiando todavía en el perro muerto de tu sabiduría humana, de tus supersticiones, de tus ideas limitadas, de tu protección temporal, de tu materialismo decadente, de tu religiosidad liviana?

Yo te muestro un camino mejor. No temas, ríndete ante la evidencia. El León está vivo y te ofrece vida eterna. Su muerte sangrienta te ofrece el perdón por los pecados en esta tierra, y su gloriosa resurrección te abre la entrada a la vida eterna.

No hay donde perderse.

Monday, February 14, 2011

Desde la decapitación hasta cortar corazones de papel - Feliz San Valentín. (Autor: Ben Cachiaras).

He traducido este artículo sobre San Valentín que me parece muy adecuado:

Hoy más de mil millones de tarjetas de San Valentín será

enviadas, y otros 15 millones de correos electrónicos de San Valentín, por no mencionar las rosas, los chocolates y los pequeños

corazones color Pepto Bismol con extrañas palabras impresas en ellos. Hay una infinidad de ideas especulativas acerca de cómo llegamos a donde estamos hoy, con globos de helio en forma de corazón y el intercambio de deseos románticos y sentimentales. Sabemos que en el cristianismo primitivo hubo varios santos con el nombre de Valentín. Lo interesante es que por lo menos tres de ellos fueron mártires. Murieron porque mantuvieron su lealtad a sus creencias

cristianas.

La mayoría piensa en que el nombre del día viene de un sacerdote en Roma llamado Valentín, que fue encarcelado bajo el emperador romano Claudio II. Claudio le tenía cariño a Valentín, pero cuando este trató de convertirlo al cristianismo la amistad terminó abruptamente. Claudio sentenció a San Valentín a ser apedreado y finalmente decapitado el 14 de febrero del año 269. Ahí tienen, un feliz día de San Valentín.

Entonces, ¿cómo hemos llegado desde cortar cabezas de gente hasta cortar corazones de papel?

Algunos dicen que el emperador Claudio estaba en contra del matrimonio, porque él creía que podía tener un mejor ejército de dedicados soldados solteros. Algunos dicen que San Valentín celebraba matrimonios secretos y que por esa razón se le echó en la cárcel. Leyendas como estas son tan verídicas como la cadena de correos electrónicos que la semana pasada decía que Madalyn Murray O'Hair fue vista viva en un mitin ateo. Al fin y al cabo es una linda historia.

Hubo un antiguo festival en Roma donde se celebraba el matrimonio de Zeus y Hera, y algunos paganos observaban los ritos de fertilidad en esta época del año, pero nadie sabe exactamente cómo se combinó la relación entre San Valentín (el tipo que la cortaron la cabeza) y San Valentín como el día tal y cual lo conocemos hoy (el día de regalar chocolates). En algún momento la gente de la Edad Media empezó a hablar de "ser mi día de San Valentín" y así quedó.

He aquí un pensamiento para el día: Al momento de escribir una bonita tarjeta a mi esposa, Karla, lo que vale es el amor detrás de mis palabras más que el comercialismo sentimental que hoy lo tildan de "amor", y tambíen vale más que el hombre San Valentín, que se mantuvo firme en su promesa de lealtad a Dios.

Mucho antes de que Valentín fuera asociado con los modernos amores adolescentes y el romance sensual, San Valentín realmente representaba el compromiso inquebrantable hasta el punto de sacrificar la vida. ¿Cuál tipo de amor es el mío?

Te desafío a que el día de San Valentín para ti este año sea menos sobre el romance o declaraciones poco profundas tales como "Me gustas porque eres (llena el espacio aquí con cualquier palabra que te guste - siempre y cuando se trate de algo superficial, auto-complaciente y sin importancia - por ejemplo: linda, sexy, agradable, dulce), y en su lugar toma este día para confirmar tus compromisos. Confirma tu promesa de fidelidad en el matrimonio. Confirma tu abnegada lealtad a tus hijos. Confirma tu determinación de continuar apoyando a un miembro de la familia que está en dificultades. Confirma tu decisión de luchar por mantener esa amistad que se está desbaratando aunque tengas que pagar el precio de la humildad, del arrepentimiento y la ardua labor de reconstruir esa amistad.

Eso transformará el Día de San Valentín de ser un ritual sentimental a ser un constructor sustancial de las relaciones. Así podrás edificar a los demás y fortalecer tu determinación de ser como ese tipo llamado San Valentín que en el siglo III dijo que mantendría firme su promesa del Padre, incluso hasta dar su vida.