Wednesday, July 01, 2009

Billy Mays y el pan nuestro de cada día.


Creo que ya he encontrado la introducción para mi quinto sermón en la serie Una nueva manera de rezar el Padre Nuestro, “Danos hoy nuestro pan de cada día”:

En nuestro vuelo de Los Ángeles a San Antonio leí el siguiente artículo de la revista de American Airlines titulado Million Dollar Bill (Bill, en inglés, es billete, pero a la vez es el diminutivo de Guillermo) Billy Mays, el extraordinario gurú de las ventas por televisión ha amasado una fortuna como el rostro de los comerciales de limpiadores hogareños y artículos de cocina. Al final del artículo nos dicen que la última aventura de Billy Mays es la venta de Seguro de Salud. Déjenme citar lo que dice la revista: “Fue un gran salto cruzar de la venta de rebanadores y productos de cocina a ganar la confianza de la gente con su salud… No creo que OxiClean (limpiador de alfombras) haya salvado jamás una vida. Quizás ha sacado de apuros a alguien que tenía una mancha en la alfombra, pero no le ha salvado la vida… Tengo mucho que dar y mucho que hacer todavía con mi vida. Creo que hay una plataforma más grande aún ahora para mi”.

Leí el artículo el viernes. El domingo, en la iglesia, el predicador nos dijo que esa mañana Bill Mays había fallecido. La autopsia mostró un ataque al corazón. Sus arterias estaban en pésimas condiciones. ¡Cuán irónico! Estaba ganando millones en la venta de seguros de salud y murió joven por causa de su mala salud.

“Danos hoy nuestro pan de cada día” es una oración peligrosa de orar en estos tiempos de dieta diaria híper-calórica. Billy Mays es un ejemplo de lo mal que tratamos a nuestros cuerpos, templos del Espíritu Santo. Así que en mi sermón mencionaré cuatro “ingredientes” que arruinan nuestros cuerpos: la comida, el alcohol, las drogas y el fumar (tabaco y marihuana).

Envíenme sus ideas y testimonios.

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