Thursday, September 23, 2010

Iglesias Multiculturales: Forzar el asunto es una pérdida de tiempo.


(La revista Christian Standard, del 3 de octubre de 2010, ha publicado un número especial titulado “Todo lo blanco no significa que todo está correcto” (All White is not All Right). El tema trata de lo predominante que es la raza blanca en las Iglesias Cristianas del Movimiento Stone-Campbell en Estados Unidos. Fui entrevistado por el periodista Darrell Rowland para uno de los artículos y aquí está la traducción).

No todos estamos de acuerdo con que Dios quiere que sus iglesias tengan una variedad de culturas en ellas, incluso en comunidades en donde esto se pueda lograr.
“Pienso que el tema de la reconciliación racial raya en lo irrelevante”, dijo Brian Jones, pastor fundador de la Iglesia de Cristo del Valle en los suburbios de Philadelphia. “Forzar este asunto es tratar de crear reuniones de reconciliación obligadas. Para mí es una pérdida de tiempo y 99 de cada 100 veces, la idea surge de la culpa de los blancos”.
Fernando Soto, pastor hispano de la Primera Iglesia Cristiana de Anaheim, ha dicho que el sueño de que los blancos, los negros, los hispanos, los asiáticos y otros se junten en un servicio de adoración a Dios es simplemente “muy idílico”.
“Hemos criticado a los misioneros que han ido a otros países para convertir a la gente en cristianos-norteamericanos. Pasa lo mismo aquí en EEU, en donde nos quieren hacer cristianos-norteamericanos. Les decimos (a los immigrantes): ustedes han venido aquí porque les caemos bien, así es que ahora tienen que ser como nosotros, aprender inglés como nosotros y adorar a Dios como lo hacemos nosotros”.
El pastor Jones afirma que “la discriminación racial es un pecado, así de simple”, pero los cultos de adoración están segregados “no por causa de la raza, sino por la geografía, la cultura, el transfondo, la comodidad, etc. A la gente le gusta estar con aquellos que son similares en apariencia, estilo de vida, etc. Así es la vida, y la iglesia es un área más donde esto se refleja”.
Jones está seguro de que este aspecto de la naturaleza humana no es un pecado, a menos que se cause división por alguna clase de prejuicio o discriminación.
“Estoy firmemente convencido de que se puede tener dos iglesias separadas por algunas cuadras donde una sea predominantemente de raza blanca y la otra de indios, o afroamericanos, o hispanos, y Dios se siente bien con eso. No hay nada pecaminoso en algo que es causado por la vida misma, es decir, diferente gusto musical, diferente orientación de la comunidad, diferente estilo de liderazgo, etc.”
Jones, que ha sido pastor en cuatro estados durante 23 años, dijo que sus mejores amigos con los que se crió en los suburbios de Columbus, Ohio, eran de raza negra y que todavía son sus amigos.
“Aún así no recuerdo que yo haya decidido seleccionar a mis amigos para que sean de razas variadas”- dijo Jones. “En la iglesia en que ahora sirvo tenemos un alto porcentaje de minorías étnicas representadas en la comunidad, no porque estemos haciendo el intento de reconciliarnos, sino porque sencillamente queremos ser como Cristo. La gente que encaja se queda, y la gente que no encaja se va. Así de sencillo. Para la mayoría esa decisión tiene muy poco que ver con la raza”.
Entonces ¿Cómo debería una iglesia intentar la reconciliación racial?
“Mi respuesta es que no lo intente, es una pérdida de tiempo. Solamente dedíquense a ser iglesia, alcancen al perdido, acojan a todo mundo, contraten a las personas que llenen los requisitos para llenar los ministerios, que sean genuinos y transparentes. Cualquier otra cosa que se haga raya en lo rebuscado y distrae a la iglesia de su misión”.
Soto, que viene de Chile, dice que forzar una iglesia multicultural para que funcione con un idioma que no es familiar es hacer las cosas más complicadas de lo que son.
“Pienso que la prioridad es alcanzar a la gente con el evangelio, y para ello debemos usar el idioma que habla la gente” dijo. “He oído un dicho que dice que no importa qué edad tenga una persona, siempre va a haber dos cosas que hará en su idioma natal: contar el dinero y orar. Esas dos cosas son muy cercanas a su identidad”.
Soto dice que es verdad. En su caso personal, cuando trata de contar dinero en inglés, casi siempre se equivoca. Lo mismo le pasa cuando ora o alaba a Dios. “Para mí, tiene mayor significado si canto en mi propio idioma”.
En la iglesia de Anaheim, el culto en español se lleva a cabo en el gimnasio con 100 personas, mientras que el culto en inglés es en el auditorio con 220 personas. “Nos llamamos una iglesia que adora en dos idiomas, pero es una sola iglesia”, ha enfatizado Soto. Las finanzas y el liderazgo (que incluye a un anciano hispano) están combinados. Las clases de los niños hasta los jóvenes, se enseñan en inglés.
Él comparte que un artículo de la revista Christianity Today del mes de julio pasado, hablaba de la necesidad de tener más “ministerios monoculturales”, artículo escrito por un líder de un ministerio asiático-norteamericano que decía que “un ministerio multicultural no es más bíblico ni más efectivo que uno monocultural”.
Soto ha dicho: “pienso que en el cielo podremos distinguir a un japonés de un keniano. No creo que en el cielo nos vestiremos iguales y cantaremos en un solo idioma porque dice (Apocalipsis 7) que estaremos presentes de cada lengua, tribu y nación”.
También él ha dicho que si se conviertiera al islamismos tendría que cambiar su dieta, adoptar otra cosmovisión y recitar sus oraciones en árabe mirando hacia La Meca. Si se convirtiera en budista, tendría que raparse la cabeza, vestirse de color anaranjado y ser vegetariano. Si se uniera a los mormones se tendría que vestir de cierta forma y leer un libro que fue escrito para Norte América, no importando de dónde viniera él.
“Es decir que cada cual me estaría cambiando a su cultura” - dice Soto -. “Mi punto es que el cristianismo es diferente. El cristianismo viene a tu propia cultura y te permite ser cristiano sin necesidad de que cambies de cultura”.