Monday, February 14, 2011

Desde la decapitación hasta cortar corazones de papel - Feliz San Valentín. (Autor: Ben Cachiaras).

He traducido este artículo sobre San Valentín que me parece muy adecuado:

Hoy más de mil millones de tarjetas de San Valentín será

enviadas, y otros 15 millones de correos electrónicos de San Valentín, por no mencionar las rosas, los chocolates y los pequeños

corazones color Pepto Bismol con extrañas palabras impresas en ellos. Hay una infinidad de ideas especulativas acerca de cómo llegamos a donde estamos hoy, con globos de helio en forma de corazón y el intercambio de deseos románticos y sentimentales. Sabemos que en el cristianismo primitivo hubo varios santos con el nombre de Valentín. Lo interesante es que por lo menos tres de ellos fueron mártires. Murieron porque mantuvieron su lealtad a sus creencias

cristianas.

La mayoría piensa en que el nombre del día viene de un sacerdote en Roma llamado Valentín, que fue encarcelado bajo el emperador romano Claudio II. Claudio le tenía cariño a Valentín, pero cuando este trató de convertirlo al cristianismo la amistad terminó abruptamente. Claudio sentenció a San Valentín a ser apedreado y finalmente decapitado el 14 de febrero del año 269. Ahí tienen, un feliz día de San Valentín.

Entonces, ¿cómo hemos llegado desde cortar cabezas de gente hasta cortar corazones de papel?

Algunos dicen que el emperador Claudio estaba en contra del matrimonio, porque él creía que podía tener un mejor ejército de dedicados soldados solteros. Algunos dicen que San Valentín celebraba matrimonios secretos y que por esa razón se le echó en la cárcel. Leyendas como estas son tan verídicas como la cadena de correos electrónicos que la semana pasada decía que Madalyn Murray O'Hair fue vista viva en un mitin ateo. Al fin y al cabo es una linda historia.

Hubo un antiguo festival en Roma donde se celebraba el matrimonio de Zeus y Hera, y algunos paganos observaban los ritos de fertilidad en esta época del año, pero nadie sabe exactamente cómo se combinó la relación entre San Valentín (el tipo que la cortaron la cabeza) y San Valentín como el día tal y cual lo conocemos hoy (el día de regalar chocolates). En algún momento la gente de la Edad Media empezó a hablar de "ser mi día de San Valentín" y así quedó.

He aquí un pensamiento para el día: Al momento de escribir una bonita tarjeta a mi esposa, Karla, lo que vale es el amor detrás de mis palabras más que el comercialismo sentimental que hoy lo tildan de "amor", y tambíen vale más que el hombre San Valentín, que se mantuvo firme en su promesa de lealtad a Dios.

Mucho antes de que Valentín fuera asociado con los modernos amores adolescentes y el romance sensual, San Valentín realmente representaba el compromiso inquebrantable hasta el punto de sacrificar la vida. ¿Cuál tipo de amor es el mío?

Te desafío a que el día de San Valentín para ti este año sea menos sobre el romance o declaraciones poco profundas tales como "Me gustas porque eres (llena el espacio aquí con cualquier palabra que te guste - siempre y cuando se trate de algo superficial, auto-complaciente y sin importancia - por ejemplo: linda, sexy, agradable, dulce), y en su lugar toma este día para confirmar tus compromisos. Confirma tu promesa de fidelidad en el matrimonio. Confirma tu abnegada lealtad a tus hijos. Confirma tu determinación de continuar apoyando a un miembro de la familia que está en dificultades. Confirma tu decisión de luchar por mantener esa amistad que se está desbaratando aunque tengas que pagar el precio de la humildad, del arrepentimiento y la ardua labor de reconstruir esa amistad.

Eso transformará el Día de San Valentín de ser un ritual sentimental a ser un constructor sustancial de las relaciones. Así podrás edificar a los demás y fortalecer tu determinación de ser como ese tipo llamado San Valentín que en el siglo III dijo que mantendría firme su promesa del Padre, incluso hasta dar su vida.